“Estamos absolutamente insatisfechos con los índices de violencia en nuestro país, que hemos logrado contener pero no reducir”, reconoció ayer el ministro del Interior, Gustavo Jalkh, al anunciar oficialmente su renuncia al cargo en una rueda de prensa que ofreció en el Palacio de Carondelet.
El funcionario, que según fuentes oficiales será reemplazado por Alfredo Vera (ex secretario anticorrupción), admitió que hay un repunte del sicariato especialmente en Guayaquil, y comentó que en el país se registran 18,5 homicidios por cada 100 mil habitantes, es decir el mismo porcentaje que en 2009.
Jalkh, quien sostuvo que su salida responde a “la necesidad de refrescamientos, que son positivos y necesarios” y a una “oxigenación importante” en el área de seguridad, manifestó que en los 22 meses que estuvo en el puesto obtuvo logros, pero lamentó que éstos fueron “insuficientes” y recalcó que todavía “hay mucho por hacer” para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
En este marco, criticó el funcionamiento de la justicia en Ecuador, porque actualmente el sistema goza de “total discrecionalidad, cero rendición de cuentas”, lo que a su juicio fomenta la corrupción.
30-S
Respecto a los acontecimientos del 30-S, el ministro dijo que presentó su renuncia al presidente Rafael Correa al día siguiente, pero éste no la aceptó.
“Esos sucesos nos unieron más como amigos. Nuestra vida estuvo en juego”, manifestó Jalkh, quien estuvo en el hospital de la Policia con Correa mientras estaba retenido por policías sublevados.
Sobre este tema, sostuvo que su ministerio ha preparado un proyecto de ley orgánica de la Policía Nacional, que establece un nuevo sistema disciplinario.
El funcionario, que según fuentes oficiales será reemplazado por Alfredo Vera (ex secretario anticorrupción), admitió que hay un repunte del sicariato especialmente en Guayaquil, y comentó que en el país se registran 18,5 homicidios por cada 100 mil habitantes, es decir el mismo porcentaje que en 2009.
Jalkh, quien sostuvo que su salida responde a “la necesidad de refrescamientos, que son positivos y necesarios” y a una “oxigenación importante” en el área de seguridad, manifestó que en los 22 meses que estuvo en el puesto obtuvo logros, pero lamentó que éstos fueron “insuficientes” y recalcó que todavía “hay mucho por hacer” para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
En este marco, criticó el funcionamiento de la justicia en Ecuador, porque actualmente el sistema goza de “total discrecionalidad, cero rendición de cuentas”, lo que a su juicio fomenta la corrupción.
30-S
Respecto a los acontecimientos del 30-S, el ministro dijo que presentó su renuncia al presidente Rafael Correa al día siguiente, pero éste no la aceptó.
“Esos sucesos nos unieron más como amigos. Nuestra vida estuvo en juego”, manifestó Jalkh, quien estuvo en el hospital de la Policia con Correa mientras estaba retenido por policías sublevados.
Sobre este tema, sostuvo que su ministerio ha preparado un proyecto de ley orgánica de la Policía Nacional, que establece un nuevo sistema disciplinario.
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